Identidad episcopal

 

La tradición episcopal sobre la que se construye Trinity da un gran valor a la excelencia académica, a la curiosidad intelectual y a animar a los estudiantes a hacerse preguntas sobre el mundo que les rodea. Trinity School es una comunidad de estudiantes inmersa en la investigación abierta, la responsabilidad social, un sentido de conexión con algo más grande que nosotros mismos, y una comprensión de cómo podemos contribuir al bien del mundo a través de la vida. Estos valores se reflejan en los altos estándares académicos de la escuela y en las oportunidades de aprendizaje de servicio, así como en la forma en que Trinity fomenta una cultura de bienvenida representada por la inclusión y el respeto y un entorno que ayuda a los niños a encontrar su centro moral y ético.

 

La tradición episcopal nos recuerda que los niños son más que sus logros académicos. Creemos en la buena naturaleza de cada niño y ayudamos a los niños a descubrir que, al igual que cada uno de ellos posee dones únicos, también cada vida tiene un significado. Buscar el bien común para la sociedad a través del colectivo de viajes e historias individuales es un componente esencial de nuestro trabajo episcopal en la escuela Trinity.

 

 

Trinity School tiene una larga historia de excelencia académica. Creemos en un programa educativo sustantivo y diferenciado dirigido por un profesorado experto y con los padres como socios. Creemos que los estudiantes deben comprender la materia en todas las áreas de contenido y que tener un dominio firme y seguro de sus conocimientos puede ayudar a lograr el cambio social. Una educación integral permitirá a los alumnos de Trinity plantearse una acción individual informada como servicio a su comunidad y más allá. Los estudiantes, con el tiempo, empiezan a pensar en plural, dejando de pensar en el "yo" a favor del "nosotros". Impulsados por el conocimiento en forma de excelentes académicos, los estudiantes de Trinity sirven como líderes en su conexión con el mundo. 

 

 

La capilla es una parte integral de la cultura escolar. Los servicios de la capilla nos recuerdan la dimensión espiritual de la vida, y la capilla es un momento de reflexión consciente. Esta sencilla práctica, basada en la atención plena y en la expresión de aprecio y gratitud, crea comunidad, respeto y conexión, y los alumnos adquieren un profundo sentido de pertenencia. No pretendemos que los alumnos se conviertan en episcopales, sino que nos esforzamos por fomentar la capacidad de autorreflexión y la alfabetización espiritual. Creemos que la alfabetización espiritual será fundamental cuando los niños se conviertan en ciudadanos de la aldea global. Utilizando diversas metodologías, los alumnos pueden explorar y reflexionar sobre sus propias tradiciones espirituales y éticas y las de los demás. Una comprensión informada de las tradiciones de las grandes religiones del mundo es crucial para una educación de calidad.